miércoles, 4 de abril de 2012

La Teoría del Decrecimiento



El decrecimiento económico es un concepto político que parte de la base de que el crecimiento económico generalizado no produce efectos positivos para el ser humano y su medio. El decrecimiento económico se vincula con los conceptos de postdesarrollo y de decrecimiento sostenible, entendiendo la sostenibilidad como una propuesta de organización colectiva para evitar las consecuencias negativas de la necesaria disminución en la producción de bienes preconizada por el decrecimiento económico
 ( Valentín Pérez).

Los defensores del decrecimiento argumentan, entre otras muchas cosas, que para evitar las crisis que podrían derivarse del crecimiento negativo y para conseguir que nadie fuera excluido, el proceso de decrecimiento debe combinar simultáneamente una reducción del consumo, una reducción de la producción y el reparto del trabajo ( Eser).

La doctrina del decrecimiento está fundamentada sobre cuatro premisas:

1. El funcionamiento del sistema económico actual depende de recursos y energías que se van a agotar. Por lo tanto, no es viable a largo plazo.

2. El crecimiento económico va a tener siempre una relación directa con el crecimiento del impacto ecológico.

3. Los bienes y servicios producidos por las economías no son la única riqueza: también lo son la buena salud medioambiental, la justicia eficaz y eficiente, los procesos de democratización, el carácter participativo de las instituciones, etc. El crecimiento de la riqueza material, medido en términos monetarios, se realiza en detrimento de estas otras riquezas. Por lo tanto, la persona debe volver a estar por encima de la economía.

4. Las sociedades actuales están alienadas por el consumo masivo de bienes materiales fútiles y artificiales.

Decrecimiento vs desarrollo sostenible

En un planeta donde los recursos son limitados, no es posible soportar el crecimiento perpetuo del nivel de consumo actual. El decrecimiento se opone tanto a la economía neoliberal como a la noción de desarrollo sostenible. Desarrollo y sostenibilidad serían, hoy por hoy, incompatibles. El desarrollo sostenible ha pasado a convertirse en un argumento que utilizan los gobiernos y las propias multinacionales para demostrar, supuestamente, que tienen en cuenta los efectos medioambientales a la hora de tomar decisiones (Valentín Pérez).

Por una sociedad de decrecimento

Uno de los grandes divulgadores del concepto de decrecimiento, es el profesor de economía Serge Latouche. En un artículo publicado por Le Monde Diplomatique en noviembre del 2003, Latouche analiza como la sociedad del crecimiento no es sostenible desde el punto de vista de la capacidad de regeneración de la biosfera: " un ciudadano de Estados Unidos consume en promedio 8,6 hectáreas, un canadiense 7,2, un europeo medio 4,5. Estamos muy lejos de la igualdad planetaria y más aún de un modo de civilización duradero que necesitaría restringirse a 1,4 hectáreas, admitiendo que la población actual se mantuviera estable".

En este contexto "el decrecimiento es una necesidad, no un principio, un ideal, ni el objetivo único de una sociedad del post-desarrollo y de otro mundo posible". El decrecimiento no supone un crecimiento negativo, sino tal como y como Latouche subcribe en su artículo " avanzar retrocediendo".

Latouche expone como primer punto que "para concebir una sociedad serena de decrecimiento y acceder a ella, hay que salir literalmente de la economía. Esto significa cuestionar la hegemonía de la economía sobre el resto de la vida en la teoría y en la práctica, pero sobre todo dentro de nuestras cabezas". Asimismo Latouche sintetiza las posibles metas a conseguir, en lo que el denomina, el programa de las seis "R": "Reevaluar, Reestructurar, Redistribuir, Reducir, Reutilizar, Reciclar. Esos seis objetivos interdependientes ponen en marcha un círculo virtuoso de decrecimiento sereno, amigable y sustentable. Podríamos incluso alargar la lista de las "R" con: reeducar, reconvertir, redefinir, remodelar, repensar, etc., y por supuesto relocalizar, pero todas esas "R" están más o menos incluidas en las seis primeras".

Críticas al concepto

El economista José Manuel Naredo hace una revisión del término decrecimiento en un artículo presentado en la publicación Viento Sur denominado “Reflexiones sobre la bandera del decrecimiento”. En el mismo Naredo destaca sus puntos de vista sobre el tema del decrecimiento respondiendo a la pregunta que le hizo Jorge Riechmann en su libro titulado “Luces en el laberinto. Autobiografía intelectual. Alternativas a la Crisis”.

En algunos fragmentos de la misma decía:

“La noción ordinaria de crecimiento económico encuentra ese respaldo conceptual en el reduccionismo pecuniario de la idea usual de sistema económico y de los agregados que lo cuantifican en el sistema de cuentas nacionales. Ya vimos que la mitología del crecimiento se apoya en la metáfora de la producción, que oculta el lado oscuro e indeseado del proceso económico. Ya comentamos que lo que se entiende normalmente por crecimiento no es otra cosa que el crecimiento del producto o renta nacional. Y en este marco de referencia, el decrecimiento tiene también nombre propio: se llama recesión y conlleva la caída de esa renta o producto nacional y el empobrecimiento del país, con consecuencias sociales generalmente indeseadas. Por lo que, de entrada, el objetivo del decrecimiento no puede resultar atractivo para la mayoría de la población” […]Pero la idea general del decrecimiento tampoco encuentra solidez conceptual fuera del reduccionismo propio del enfoque económico ordinario. Pues desde los enfoques abiertos y multidimensionales de la economía ecológica, o desde lo que yo llamo el enfoque eco-integrador, no hay ninguna variable general de síntesis cuyo crecimiento, o decrecimiento, se pueda considerar inequívocamente deseable. […]Considerando, como subraya Georgescu-Roegen, que la Tierra es un sistema cerrado en materiales, lo que permite verla como un gran almacén de recursos naturales, el creciente uso y deterioro de estos recursos que genera la actual civilización industrial, no puede menos que apuntar a una merma en las disponibilidades y a un menor uso futuro de los mismos. Desde esta perspectiva, el “decrecimiento” en el uso de determinados recursos será el horizonte obligado hacia el que apuntan las tendencias en curso. Aprovechando esta evidencia, Serge Latouche propone prever y planificar este “decrecimiento” para evitar que se produzca de forma dramática y habla de la necesidad de aplicar una lógica económica diferente para conseguirlo, que es lo que yo vengo proponiendo desde hace tiempo. Llegados a este punto, creo que el principal objetivo a plantear es cambiar esa lógica y reconvertir el metabolismo económico de la sociedad. El problema estriba en que anteponer el objetivo del “decrecimiento” genera confusión cuando permanece en vigor la mitología del crecimiento y cuando los objetivos más generales de “cambio” y “reconversión” del sistema económico están todavía lejos de ser comprendidos y asumidos por la población. Por lo que creo que el movimiento ecologista tendría, sobre todo, que hacer más hincapié en ellos y en la propuesta “mejor con menos”, que sustituye con ventaja a la del “decrecimiento”( Naredo, 2011).

En el propio artículo, Naredo hace una llamada de atención a los ecologistas partidarios del concepto en un momento en el que el decrecimiento viene impuesto “desde el poder estatal y empresarial en forma de recortes de salarios, pensiones, gastos sociales o plantillas…”, haciendo alusión al contexto actual de crisis generalizada.
Por otro lado Naredo apuesta por un proceso de reconversión más que decrecimiento:

“El estancamiento o el decrecimiento de los agregados monetarios suele, ciertamente, moderar, pero no evitar, el deterioro del medio natural que ocasiona el proceso económico, que a la postre lo hace inviable. Sólo la reconversión del proceso puede evitarlo en la medida en la que —siguiendo el ejemplo de la biosfera— apoye sus flujos físicos en fuentes renovables y cierre los ciclos de materiales obtenidos de la corteza terrestre, reconvirtiendo los residuos en recursos o inertizándolos y reinsertándolos en el entorno sin deteriorarlo (Naredo,2011).

No olvida el autor como los propios propulsores de las teorías del decrecimiento, Nicholas Georgescu-Roegen y Jacques Grinevald tenían en cuenta las desigualdades económicas en el mundo, “se presta a decretar por todas partes la misma divisa del decrecimiento”.Recoge Naredo las palabras de Georgescu-Roegen:

“dada la naturaleza humana… si frenáramos por todas partes el crecimiento económico, congelaríamos la situación actual y eliminaríamos la posibilidad de las naciones pobres de mejorar su suerte”.

En la misma línea crítica, Eduardo Gudynas (secretario ejecutivo del Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES)) en Uruguay, en una entrevista realizada por el medio rebelión.org declaraba lo siguiente al respecto:
  
“Es que el decrecimiento sigue siendo una reacción al “crecimiento” y el Buen Vivir se desacopla, se desentiende del crecimiento o el decrecimiento. Las propuestas más prácticas de Latouche de un decrecimiento resultan totalmente insuficientes para el contexto latinoamericano. Son, por ejemplo, muy débiles en cuestiones ambientales, no reconocen los derechos de la naturaleza, se preocupan mucho por cuestiones casi instrumentales como sus “r”, de reutilizar, redistribuir, reducir, etc. Tampoco es una propuesta intercultural: acepta que el sur debe hacer su propio decrecimiento, pero no ha avanzado en cómo dialogar con esas otras culturas. A mi modo de ver, el decrecimiento es un movimiento entendible en los países industrializados, con altos niveles de opulencia, pero no puede ser el objetivo o meta de una alternativa al desarrollo. En nuestras propuestas el decrecimiento, en vez de ser una meta, es una consecuencia de otros cambios más profundos. En América del Sur habrá sectores que deberán decrecer, por ejemplo, en el consumo suntuario, pero otros deberán crecer, como es el caso de infraestructura en escuelas o centros de salud” (Gudynas, entrevista 2012).


Páginas web:

Declaraciones Serge Latouche:




Artículos:

-Eser Patric "Decrecimiento.Un debate abierto." disponible: www.elviejotopo.com/web/archivo_revista.php?arch=1287.pdf

-Latouche Serge "Por una sociedad de decrecimiento" disponible: http://www.decrecimiento.info/

-Naredo José Manuel (2011), “Reflexiones sobre la bandera del decrecimiento”, Viento Sur nº 118,
 pp 23-35.

-Valentín Pérez "Decrecimiento económico. ¿Quién le pone el cascabel a este gato?" disponible : www.elviejotopo.com/web/archivo_revista.php?arch=917.pdf











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2 comentarios:

  1. Serege Latouche, sobre la teoría del Decrecimiento (en francés con subtítulos en español)

    http://www.youtube.com/watch?v=fvBsiP3hAmA

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  2. uy! no vi que ya Rebeca los había puesto! doblemente bueno!

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